Y entonces me met en una escuela de manejo.

Y entonces me met en una escuela de manejo. Tuve un hombre slido llamado Alexei. Alexey trat el automvil y, en particular, a su volante como una parte mecnica, pero como un amigo o pariente cercano, as como un colega con el que tiene que compartir el destino, para ensear la conduccin de tales "mediocridades" (a cul y cul y cul me clasific en ese momento) cmo yo. Esto fue expresado por una sola frase: “Gira el volante!", Y cuando lo pronunci, fueron todas estas emociones las que se sintieron en ella. La primera leccin de conducir an ms me convenci de que conducir un automvil se dice ligeramente, no mi negocio, incluso ms que eso, me ca en una depresin prolongada. Las conclusiones que siguieron despus de la primera leccin no fueron reconfortantes para s mismas, ensearme cmo conducir un automvil era simplemente imposible, al menos eso era lo que pensaba. La razn de tal visin pesimista de la situacin fue muy simple y banal. En la primera leccin, mi instructor decidi que era bastante capaz de llegar personalmente de un campo de entrenamiento a una escuela de manejo. De la cual hizo tales conclusiones, no s, me sent al volante por primera vez en mi vida. Puedes describir mis emociones en palabras en ese momento en una palabra: horror. Este viaje me cost nervios muy grandes, estaba nervioso. Por supuesto, despus de los exmenes bien pasados y un poco de experiencia, la confianza en m aument, pero una sensacin de miedo, durante algn tiempo no me dej, especialmente cuando viajaba por la ciudad. Ms tarde compramos un automvil ms nuevo, conveniente y moderno, despus de una cierta cantidad de tiempo que haba aumentado la experiencia y la confianza en conducir un automvil, y gradualmente mi sentimiento de miedo desapareci. Como resultado de todas mis experiencias y miedos, todo ha pasado, solo hubo el placer de conducir un vehculo.